viernes, 9 de diciembre de 2011

ESCULTURA DE CÁNDIDO PÉREZ

Artículo publicado en Diario de Burgos sobre Cándido Pérez autor de la imagen de San Vitores que se encuentra en el receptorio del Exconvento de San Vitores.

Briviesca
30/08/2009

Cándido Pérez prepara una muestra retrospectiva de su obra para 2011

La exposición artística se ubicará en el claustro gótico del monasterio de San Salvador, monumento que celebra su milenario dentro de dos años con un amplio programa cultural. 

M.J.F. / Oña
El pintor, escultor y grabador Cándido Pérez prepara una exposición retrospectiva sobre su obra para ser instalada en Oña en el año 2011, con motivo de los actos del milenario de la fundación del Monasterio de San Salvador. El artista, nacido en Barcina de los Montes en el año 1951, estudió Bellas Artes en la Accademia di Belle Arti di Roma y acumula una exitosa carrera marcada por una obra de luminosa atmósfera y minucioso realismo.
Él mismo explica que, probablemente, se convirtió en artista porque vivir en Oña ha sido como caminar por las páginas de una historia del arte de los últimos mil años. «Siendo un chaval, pude tocar con mis manos los calados de las hojas de acanto que sujetan las ménsulas de los santos del claustro del gran Simón de Colonia que construyó las agujas de la catedral de Burgos; aquellos eran para mí los superhombres y no los que estaban enterrados», señal.
Entre sus pinturas más conocidas se encuentran el Sagrario de la Capilla de Santa Tecla y El Cid, ambas situadas en la catedral de Burgos. En la localidad albaceteña de Hellín firmó unas impresionantes vidrieras. En Oña pueden verse óleos suyos en la iglesia de San Juan y en el altar mayor de la iglesia abacial de San Salvador. Hace un año, realizó una talla en piedra artificial de San Vitores que se encuentra en la ermita del mismo nombre. En sus primeros tiempos, Pérez se dedicó a la pintura texturizada, la nueva figuración y el surrealismo pero hace veinte años abandonó todos los ‘ísmos’ y volvió a sus orígenes y a basar su arte en el dibujo, una faceta para el que el propio autor reconoce tener una habilidad innata.
En sus tiempos de juventud, cuando cursó estudios en Roma, hizo infinidad de retratos para turistas y también realizó decorados de cine para Cinecittà, «contratado a destajo», según recuerda. Cándido Pérez no lleva la cuenta del número de obras que habrá realizado desde los ocho años en que empezó a pintar pero sí recuerda que fue un jesuita de Oña quien le dio sus primeros óleos. La última obra que ha hecho ha sido el retrato del abad de San Pedro de Cardeña, por encargo.
Para el artista, que reside en La Coruña desde 1986 Oña es como su Ítaca particular. «Es un anhelo y una esclavitud», señala. Según asegura, disfruta con su paisaje, su arte y su gente. «Domino la geografía de la zona, conozco los recovecos de todos los riscos y me gusta volver a ellos muchas veces en soledad», afirma.
El artista ha pregonado este año las fiestas de San Vitores de Oña, un hecho que le ha llenado de orgullo, según confiesa y que nunca olvidará.     

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